Acto a los caídos y toque de oración
Toques de corneta en EEUU

La TAPS (Trumpet Army Player Silence) es un emotivo toque de trompeta militar norteamericano, que señala el fin de las actividades militares en Estados Unidos, que también puede usarse para rendir homenaje a los caídos. El toque de oración es usado a su vez también como rendimiento a los caídos por la Patria, durante todos los actos y paradas militares.

Toques de corneta en España

En las Bases, Cuarteles, Buques y otras instalaciones militares de España se realiza diariamente el toque de oración, el cual tiene lugar inmediatamente después del arriado de bandera, que varía a lo largo del año, en función de la hora de puesta del astro rey.

Durante este toque, el piquete de honores, se coloca mirando hacia el oeste, lugar por donde el sol se marcha a dormir. El toque de oración es usado a su vez también como rendimiento a los caídos por la Patria, durante todos los actos y paradas militares.El toque de oración es usado a su vez también como rendimiento a los caídos por la Patria, durante todos los actos y paradas militares.

El fin del día militar se señala con el toque de silencio, que suele ser una hora antes de las medianoche (23:00 hs)

El origen histórico del toque de oración

Retomando el tema de la melodía TAPS, la composición de la misma, se achaca al general del ejército de EEUU, perteneciente a la Unión, Daniel Butterfield (31-10-1831/17-07-1901), quien tomó parte en la Guerra de Secesión, basándose en una emotiva historia, ocurrida durante esta cruel guerra civil. En plena campaña del Norte contra el Sur, estaban atrincheradas fuerzas de ambos bandos en la zona de Harrison (Virginia). Entre las tropas del Norte, se encontraba al mando de una compañía el capitán Robert Elly.

Corneta EEUU

La noche había caído sobre ambos campamentos y en el tenso silencio, el citado capitán escuchó los quejidos de un herido, el capitán se arrastró hacia el hombre y como pudo arriesgándose a recibir un disparo, pudo arrastrarlo a su campamento, fue un esfuerzo inútil, pues en durante el traslado el soldado exhaló su último suspiro.

Una vez que estaba a cubierto, alumbró con una luz y pudo comprobar que se trataba de un soldado confederado del sur, al instante se le heló la sangre de las venas, al comprobar que se trataba de su propio hijo. Al que había mandado a estudiar a una ciudad del Sur, donde le sorprendió la guerra. El muchacho se enroló en el ejército confederado. Algo que el capitán ignoraba por completo.

A la mañana siguiente, el capitán Elly solicitó a sus superiores, poder enterrar a su hijo como un soldado, aunque estuviese en el bando contrario. Su general, le dijo que como excepción por tratarse de su hijo, le autorizaba, pero el acto no sería amenizado por la banda de la Unidad, que tratándose de un soldado del otro bando, solo le concedían un trompeta para tocar una melodía. Dando origen a la melodía TAPS, a la que posteriormente se le hicieron arreglos musicales y se añadió la siguiente letra:

  • The day is over. The sun went away of the lakes, of the hills. Of the heavens. It's all right. Rest protected. God is near. Acknowledgements and praise for our days, under the sun, under the stars, under the sky. So, we are going. We know this. God is near. Remember fondly to those who did not return of war. Pray a prayer for the soldiers from all over the world who gave their lives in it

Que viene a decir:

  • El día se ha ido. El sol se fue de los lagos, colinas y del cielo, todo está bien, descansa estás protegido, Dios está cerca. Agradecimientos y alabanzas por el día, bajo el sol, las estrellas y el cielo. Ahí vamos. Dios está cerca. Recuerda con cariño a los que no volvieron de la guerra. Eleva una oración por los soldados de todo el mundo que entregaron sus vidas en ella.
Oraciones militares en España

Volviendo a España, un sacerdote llamado Cesareo Garabain Azumendi (16-05-1936/30-04-1991) apasionado músico y compositor, entre sus obras compuso “La muerte no es,el final”. Que se entonó por vez primera en un cuartel en 1982, con motivo de un acto castrense celebrado en el Regimiento de Cazadores de Montaña “América 66”.

El 1 de mayo de 1998, en la localidad de Domanovici cerca de Medjugore (Bosnia) falleció, en un accidente de circulación, el Sargento 1º de Caballería, Santiago Arranz Gonzalo, durante su funeral y de forma espontánea sus compañeros, cantaron la melodía de “La muerte no es el final”.

En el transcurso de un funeral en Pamplona, al que asistió el general de división José María Saénz de Tejada, escuchó la canción, y pensó que sería bueno, adaptarla a los actos militares de homenaje a nuestros caídos. Propuso al comandante Músico, Tomás Asiain Magaña, hacer los arreglos oportunos, para poder interpretarla en los actos militares de homenaje por los caídos en combate.

Oración acto a los caídos

El comandante la presentó el 21 de junio de 1983 en el VI Festival de Música de las FAS, celebrado en Pamplona, con participación de diversas bandas militares españolas por lo que se popularizó en los actos canstrenses. Hoy se canta también en los funerales civiles, la letra adaptada dice así:

La legión está excluida de este himno, ya que, por tradición, desde casi su fundación, entona la de “El novio de la muerte”. Al tiempo que portan la cruz del Cristo de la “Buena Muerte”.

Si bien en cada vez más actos, se canta este himno, en los otros ejércitos, aunque apliquen alguna variante.

El Ejército de Tierra la institucionalizó durante el mandato del ministro Narcís Serra i Serra, para este momento específico en las formaciones, con diversas secuencias, en el momento actual, los guiones y banderines que forman parte del piquete de honores se dirigen a paso ordinario hasta un punto de reunión, desde el que tras recitarse un poema salen a paso lento hasta el monolito, entonando la canción.

Antes del canto se recita por el relator el poema “Lo demandó el Honor” que es atribuido al requeté burgalés Martín Guerrero Hernando, publicado en 1943 con motivo del Día de los Mártires de la Tradición, cuya letra con algunas variantes dice:

Lo demandó el Honor y obedecieron; lo requirió el Deber y lo acataron; con su sangre la empresa rubricaron con su esfuerzo, la Patria engrandecieron. Fueron grandes y fuertes, porque fueron fieles al juramento que empeñaron. Por eso como valientes lucharon, y como mártires murieron. Inmolarse por Dios fue su destino; salvar a España, su pasión entera; servir en los ejércitos, su vocación y sino. No supieron querer otra bandera, no supieron andar otro camino; ¡no supieron morir de otra manera!

Plegaria del Páter

Terminado el traslado de guiones, banderines y corona a paso lento entonando la citada canción, diseñada para que, con la última estrofa, estén a pie del monolito, el Páter eleva la siguiente plegaria:

El Señor de la Vida y la Esperanza, Fuente de Salvación y Paz Eterna, le conceda la vida que no acaba en feliz recompensa por su entrega, que así sea.

Se deposita la corona de laurel que según las circunstancias del Acto, puede ser realizado, por los propios soldados que la portaron o por dos Autoridades presentes y le sigue el toque de oración con inclinación de los guiones y banderines, mientras el resto de la formación, permanece en primer tiempo de saludo, con el arma presentada (Artillería en sus actos, por gracia especial, en lugar de arma en presente, lo realiza con arma sobre el hombro), termina el toque de oración, con una descarga de fusilería por parte de la Sección de Honores, tras lo cual regresan a formación a paso ordinario.

JOSE MOORE - Visita su blog EL CEDRO DEL GOLÁN