Mantenimiento físico en Reserva y Retiro
Introducción
En la vida del suboficial, la disciplina física ha sido un pilar esencial. Pero tras los años de servicio, surge una nueva misión: mantener la salud física y mental por nuestra cuenta. Esta etapa no debe vivirse desde la desidia, sino como una oportunidad para prolongar y renovar la autonomía, la energía y la calidad de vida.
¿Por qué seguir entrenando después de salir del servicio activo?
Numerosos estudios confirman que el ejercicio tras abandonar el servicio activo mejora el sistema cardiovascular, ayuda a prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o la osteoporosis, y reduce el deterioro cognitivo. Además, estimula la liberación de endorfinas, combatiendo el estrés y favoreciendo el sueño y el estado de ánimo. Y sobre todo nos da más calidad de vida y energía para disfrutar del TIEMPO, que ahora es casi totalment es nuestro.
Entrenamiento de fuerza: tu mejor defensa contra el envejecimiento
Uno de los mayores retos es la pérdida de masa muscular (sarcopenia). El entrenamiento de fuerza ayuda a conservar esta masa, mejora el equilibrio y previene caídas. A partir de los 60, se recomienda:
- 2 sesiones semanales de fuerza.
- Uso de cargas moderadas (70-85% del 1RM).
- Trabajo progresivo y controlado, con supervisión si es posible.
Mente activa, cuerpo firme: el papel de la flexibilidad y el equilibrio
Incluir rutinas de movilidad y equilibrio es clave para mantener la independencia funcional. Ejercicios como:
- Yoga.- Actividad física que por medio del mantenimiento de posturas (asanas) y el control de ela respiración fortalece y equilibra cuerpo y mente.
- Pilates.- Un ejercicio sin impacto, progresivo y global, que trabaja la musculatura profunda, también llamada estabilizadora, y la musculatura externa o movilizadora, por medio de múltiples ejercicios.
- Tai Chi.- Es una práctica antigua de la mente y el cuerpo que implica realizar un flujo de posturas y movimientos suaves.
- Los estiramientos guiados ayudan a conservar el control corporal, disminuir el riesgo de caídas y aumentar la confianza en los movimientos diarios.
Deporte y sociabilidad: una combinación esencial
El ejercicio no solo fortalece el cuerpo, también refuerza los lazos sociales. Participar en actividades grupales, como caminatas organizadas, clases de aquagym o gimnasia suave, fomenta el contacto humano y combate el aislamiento.
Consejos prácticos para comenzar o retomar la actividad
- Consulta médica previa.
- Empieza con sesiones suaves (20-30 minutos) e incrementa progresivamente.
- Mezcla ejercicios de fuerza, resistencia y flexibilidad.
- Escucha a tu cuerpo: evita forzar y respeta los descansos.
- Busca motivación: entrena en grupo o fija objetivos realistas.
Estos son algunos consejos prácticos pero mejor idea es apuntarse a un gimnasio y que un profesional nos vaya marcando los ejercicios y nos haga un seguimiento hasta que encontremos en forma y sólo tengamos que mantener.
Ejemplos de actividades recomendadas, dependiendo también de nuestras posibilidades físicas:
- Padel, tenis, golf u otros deportes sociales a nuestro nivel
- Caminar a paso rápido (intentar hacer unos 10.000 pasos diarios al menos)
- Natación o ejercicios acuáticos
- Ciclismo suave o bicicleta estática
- Ejercicios con bandas elásticas o mancuernas ligeras
Ideal hacer unas 5 sesiones semanales en total de 45-90 minutos cada una (según estado físico e intensidad del ejercicio). Lo importante es conseguir sentirse bien y mantener un peso adecuado.
Alimentación saludable: el complemento indispensable
Una buena condición física también depende de una alimentación equilibrada. A partir de los 60 años, es importante:
- Mantener una dieta rica en frutas, verduras y fibra.
- Asegurar una ingesta adecuada de proteínas para preservar la masa muscular.
- Hidratarse correctamente, incluso si no se siente sed.
- Reducir el consumo de sal, azúcares añadidos y grasas saturadas.
- Incluir alimentos ricos en calcio y vitamina D para la salud ósea.
Conclusión: una nueva etapa, el mismo espíritu de servicio
La condición física ha sido siempre parte del carácter militar. Al cumplir los 60, no se pierde ese espíritu, sino que se transforma. Cuidar el cuerpo es una forma de seguir liderando con el ejemplo, de mantenerse activo y de vivir con autonomía y dignidad.
Esta nueva etapa no es una retirada, sino una reconversión. Una nueva misión. Y el mantenimiento físico es su herramienta esencial.