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Despliegue especial del Ejército en las islas Chafarinas y el islote Perejil


El Ministerio de Defensa ha activado en septiembre de 2025 un despliegue reforzado en territorios de soberanía española fuera de la península, dentro de la operación Sinergia 25. La medida ha tenido especial repercusión en las islas Chafarinas y en el islote Perejil, dos enclaves estratégicos en el Mediterráneo y el Estrecho que, pese a su reducida superficie, poseen un gran valor militar y político.

Contexto

Las islas Chafarinas (Isabel II, Congreso y Rey Francisco) y el islote Perejil son territorios españoles situados frente a la costa norte de África. Por su localización, permiten controlar rutas marítimas, vigilar movimientos migratorios y garantizar la soberanía nacional en un área sensible.

En los últimos meses, el entorno estratégico en el Mediterráneo occidental se ha visto marcado por un aumento de la presión migratoria y por la intensificación de actividades militares en aguas próximas. Esta situación ha llevado al Estado Mayor de la Defensa a reforzar la vigilancia y la coordinación entre unidades desplegadas en Ceuta, Melilla, Baleares, Canarias y los peñones e islotes del norte de África.

Sinergia 2025
Despliegue realizado

La operación Sinergia 25 ha supuesto la movilización de unos 1.000 efectivos en los territorios extrapeninsulares. En el caso concreto de las islas Chafarinas, se reforzó el destacamento permanente con secciones de vigilancia del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión, trasladadas por mar desde Melilla. Los legionarios llevaron a cabo patrullas, reconocimientos y ejercicios de adiestramiento en el terreno.

En el islote Perejil, dependiente de la Comandancia General de Ceuta, se organizaron patrullas con presencia disuasoria y vigilancia interarmas. La Armada facilitó medios navales para transporte y apoyo logístico, mientras que el Ejército del Aire contribuyó con reconocimientos aéreos puntuales. Esta actuación conjunta refleja la importancia de la cooperación entre fuerzas en espacios donde las infraestructuras son mínimas y la logística se convierte en un desafío constante.

Objetivos principales
  • Asegurar soberanía. La presencia visible de fuerzas evita vacíos de poder y envía un mensaje disuasorio ante posibles incidentes.
  • Vigilancia marítima. Se refuerza el control sobre rutas sensibles para detectar tráfico ilícito o movimientos irregulares.
  • Ejercicio conjunto. La operación ha servido también como entrenamiento interarmas, probando la coordinación entre tierra, mar y aire en entornos de limitadas infraestructuras.
Sinergia 2025
Relevancia estratégica

Estos territorios tienen una enorme importancia simbólica y militar. Aunque de pequeña superficie, constituyen puntos avanzados que permiten a España mantener la iniciativa en un área de interés común europeo y atlántico.

El despliegue plantea, sin embargo, desafíos logísticos notables: la necesidad de rotar personal, abastecer regularmente a los destacamentos y garantizar el mantenimiento de instalaciones en condiciones difíciles. El papel de suboficiales y tropa resulta decisivo en este tipo de misiones, donde la profesionalidad y la disciplina convierten una simple presencia militar en una auténtica garantía de soberanía y seguridad.

Conclusión

La operación en Chafarinas y Perejil no responde a una lógica ofensiva, sino a la responsabilidad de España de mantener su soberanía y asegurar la estabilidad en puntos clave del Mediterráneo y el Estrecho. La visibilidad del despliegue, junto con la coordinación interarmas, refuerza la posición de España en una región donde la seguridad y el control de rutas marítimas son esenciales.

El refuerzo temporal demuestra, una vez más, la importancia de contar con unas Fuerzas Armadas preparadas, capaces de actuar con rapidez en entornos complejos y de proyectar seguridad más allá de la península.

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